REBECCA (1940)
No solo es la película favorita de Sara Jessica Parker, sino también un clásico del cine de los más reconocidos de su director Alfred Hitchcock.
Como no podía ser de otra forma el filme trata sobre uno de los temas predilectos del director inglés, el duelo por la muerte de un ser querido, como también podemos observar en Vértigo. El título de película hace referencia a un personaje que no interviene pero que está omnipresente durante todo el largometraje, la difunta esposa de Maximus de Winter.
En Montecarlo, Max conoce a la joven que será la protagonista de la película, sin embargo, su nombre no se nos revela, haciendo mayor hincapié en la figura de la que fue un día la señora de Winter. Ambos se casan y se mudan al que fue el hogar marital, Manderly. Allí la ama de llaves, la señora Danvers, de aspecto fantasmagórico compara constantemente a la nueva señora de la casa con Rebecca.
Todo se complica aún más cuando descubren el balandro naufragado en el que se haya el cuerpo de Rebeca, y ante la gran sorpresa de nuestra protagonista, Maxim le confiesa que la odiaba. ¿La habrá matado él? ¿Cómo sucedió todo? ¿Por qué detestaba Maxim a su esposa? Solo lo conoceréis viendo la película cuyo monólogo inicial acaba con la siguiente frase: "Nunca podremos volver a Manderly, esto es seguro, pero algunas veces, en mis sueños, vuelvo allí, a los extraños días de mi vida".
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